Tuesday 9 November 2010

Cumpleaños de Carl Sagan (2010).

Queen of Wands - Carl Sagan, Storyteller Hoy Carl Sagan habría cumplido 76 años y se celebra el Día de Carl Sagan. El año pasado (¡este blog ya cumplió un año!) escribí sobre él. No hay mucho que pueda, a excepción de que en ese post dije incorrectamente que su cumpleaños era el 7 de noviembre. Sin embargo, este año leí 2 libros de su autoría: “El mundo y sus demonios” y “Pale blue dot”.

El primero era una cuenta pendiente. Lo conocía de nombre y todo el mundo lo alababa como uno de los grandes libros de introducción al escepticismo científico. El año pasado, me bajé una versión en pdf del libro, lo imprimí y lo encuaderne como regalo del Día de la Madre. Debo admitir que la edición quedó un tanto cutre; traté de cortar las páginas para que estuvieran más parejas y quedaron aún más desparejas y medio… deshilachadas. Hace unos meses me decidí leerlo y lo devoré rápidamente en mis viajes en colectivo.

La primera parte del libro es efectivamente una introducción al pensamiento crítico y el método científico. La famosa historia del dragón en el garaje es una metáfora perfecta que luego referencia a lo largo del libro. Como introducción es excelente y para quienes ya lo conocíamos sirve como recordatorio.

La segunda parte yo la calificaría como un ejemplo de aplicación de ese método a una serie de casos particulares. Sagan nos habla de la búsqueda de inteligencia extraterrestre y la pasión (y a veces frustración) puede sentirse en sus palabras. Muestra como el programa SETI no encontró señal de radio alguna cuyo origen pueda atribuirse con cierta certeza a una civilización de otro planeta y analiza toda la evidencia encontrada y encuentra (y ahí está la frustración) que no es convincente. Por ejemplo, las varias señales candidatas recibidas por SETI tienden a provenir de los brazos exteriores de la galaxia y hay menos desde el centro; Sagan argumenta que la vida inteligente debe ser muy difícil de evolucionar en el centro de la Vía Láctea por la enorme radiación causada por la concentración de estrellas. Pero esto no constituye una prueba sólida y concluyente, equivale a una supuesta huella de dragón que podría ser de cualquier otro animal.

Finalmente, Sagan agarra el tema de la educación científica y por qué los estadounidenses son tan ignorantes. Debo admitir que esta parte me pareció algo floja; quizás porque no soy estadounidense y la mayoría de los datos que presenta son relativos a ese país.

El Mundo y sus Demonios es un libro excelente especialmente como introducción. Quienes más le pueden sacar provecho, en mi opinión, son chicos (y por qué no adultos) en formación que no conozcan o sepan poco sobre el método científico y sus aplicaciones. En el Día de Sagan, ¡regale un El Mundo y sus Demonios!

(la imagen está sacada del Science Tarot)