El cardenal Zenón Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica, sabe muy bien lo abrasivo que es el conocimiento y lo importante que es la indoctrinación para la religión. Y lo pone en manifiesto en una carta “sobre la enseñanza de la religión en la escuela”.
Verdaderamente las citas textuales hablan por sí mismas y muestran que lo que el cardenal quiere es que la educación pública deje de ser laica y sea católica.
En algunos países, dice la carta, se introdujeron "nuevas normativas civiles, que tienden a reemplazar la enseñanza de la religión por una enseñanza del hecho religioso de naturaleza multiconfesional o por una enseñanza de ética y cultura religiosa, también en contraposición con la elección y la orientación educativa que los padres y la Iglesia quieren dar a la formación de las nuevas generaciones".
Y por si quedaba alguna duda de que lo que este cardenal quiere no es educación sobre religión sino catecismo, nos dice:
"Además, se podría crear también confusión o engendrar relativismo o indiferentismo religioso si la enseñanza de la religión fuera limitada a una exposición de las distintas religiones, en un modo comparativo y ‘neutral’", advierte.
(via La enseñanza religiosa escolar garantiza la libertad religiosa)
